domingo, 27 de mayo de 2012

                                       TRABAJO FINAL  

La anunciada subida del IVA en el segundo semestre del año por la que se inclinó el Gobierno,forzado por la crudeza de la crisis y el repunte imparable del déficit público, amenaza con subrayarlas diferencias partidarias en la gestión de las dificultades mientras persisten las dudas sobre laeficacia de la medida. La caída en la recaudación, agudizada por las crecientes demandas socialesderivadas de las mayores prestaciones por desempleo y otras exigencias de la recesión, y elvaciamiento de las arcas comunes obligaban al equipo económico de Rodríguez Zapatero areaccionar. Pero cabe preguntarse si la peculiar fórmula por la que se concretaba la subida del IVA,pero posponiéndola a la segunda mitad de 2010, va a lograr lo que se perseguía: que los incipientesindicios de recuperación se estabilizaran lo suficiente para conjurar los riesgos que dichoincremento comporta para un consumo aún en horas bajas. Con todo, la incierta evolución de lacrisis debería llevar a Gobierno y oposición a modular aquellos enfrentamientos sobre medidaseconómicas concretas en los que el legítimo derecho a la discrepancia no acabe aturdiendo aúnmás a la ciudadanía. Ese peligro puede quedar matizado en Euskadi por el criterio compartido delPSE y del PNV,




                                                                      OPINION
aunque la coincidencia favorable a subir el IVA no excluye otras iniciativas parasanear las maltrechas finanzas del Gobierno y las diputaciones.

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